Prueba: Citroën C3 Feel Pack VTi 115 EAT6

A diferencia de la primera generación conocida hace más de 20 años, este nuevo Citroën C3 ya no presenta ese rasgo disruptivo tan propio de principios de los años 2000 cuando surgió la moda retro. Sin embargo, aún conserva algunas de las características del modelo que reemplaza. 

Es cierto que los tiempos han cambiado y todos los autos tienden a parecerse (incluso perteneciendo a segmentos diferentes). Es lo que hoy conocemos como “family feeling”, es decir, que la trompa o varios de los trazos de diseño se repiten en otros hermanos de la misma marca.

Hay que decirlo: desde hace un tiempo, en Motorweb tenemos, como vehículo de batalla, un Citroën C3 1.6 año 2006 de primera generación. Sí, ese que dejamos en cualquier parte y le cargamos cualquier cosa. Pese a los años a cuestas, está bastante original y le funciona todo.

Es un auto que nos gusta por su comodidad y cierta confiabilidad por su motorización simple. También porque para la época venía bastante bien equipado: ABS, doble airbag, frenos a disco en las 4 ruedas, etc. Ahora bien, por esa misma razón, nos resulta ineludible la comparación entre ambos.

Y aquí radica el primer escollo porque, ¿se pueden comparar? Y en todo caso, ¿esta es una continuidad o una evolución de las dos generaciones anteriores? La respuesta puede sorprender.

Ya te contamos aquí que no se trata de la misma carrocería que la europea como sucedió con las anteriores generaciones. Por empezar las comparaciones, este nuevo Citroën C3 es un poco más alto que el de primera generación (1.600 mm vs.1.519 mm). Y más largo (3.981 mm vs. 3.850 mm) y ancho (1.733mm vs 1667mm). Pero son similares el tamaño del baúl (315l vs. 305l), el rodado (195/65 15 vs 185/60 15) e idéntico el tanque de nafta 47 litros.

Por fuera, es notable cómo el paso del tiempo -o las nuevas tendencias- lo hicieron más cuadrado. Desde adelante, hasta se lo podría confundir con un C4 Cactus y, desde atrás, con un Renault Kwid, ambos de dimensiones distintas, claro. De hecho, este C3 es casi tan alto como una Ford EcoSport, que sí es un SUV. Dicho de otra forma: es menos personal que el original pero resulta moderno y hasta bonito. Más con este color Azul Primavera y techo negro.

En el lateral, perdió las ventanillas de los extremos y por delante ganó una trompa más alta y plana. También incorpora unas pseudo barras de techo pero solo a modo estético, sin ninguna función. Los plásticos rodean todas las zonas de contacto con posibles roces, lo que es muy bueno para la pintura. Esta versión no cuenta con los protectores en las puertas símil Airbump (sí la First Edition). Tampoco equipa luces led ni adelante ni atrás, salvo las DRL.

La pregunta podría ser: ¿contra quién compite? Su principal contrincante podría ser el Etios (ver nota). Es que el pequeño Toyota ya está tercero en ventas. Entonces, su eventual comprador podría ser quien busque cierta amplitud y altura en un auto chico y económico.

Bueno ahí encontramos otra característica: hoy por hoy es el vehículo de pasajeros más barato del mercado (en su versión PureTech 82 Live cuesta 3.678.400$). Y una vez que ingresamos a su interior lo comprobamos más claramente en las texturas, plásticos y la insonorización. Hasta en la llave antigua y no retráctil.

Su acceso es muy bueno por su altura al techo, algo que también caracterizaba al viejo C3. La plancha de a bordo es vistosa por su diseño y las 10″ de la pantalla multimedia. Esta es de accionamiento simple, con buen tacto, Android Auto y Apple Carplay inalámbrico y excelente sonido. 

Es lo único moderno que vamos a encontrar. Luego, comandos manuales para la climatización, algo ruidoso el forzador e insuficiente el aire acondicionado, aunque fue en el final de la mayor ola de calor de la historia de Buenos Aires. 

Una coincidencia más con el C3 de primera generación es el tablero: en este caso, totalmente digital, monocromático y con poca información. No trae un cuentavueltas. Sí una computadora que es menos completa que en nuestra unidad de 2006. 

Otra de las cosas que llamaron la atención es el tamaño de la palanca para abrir el capot: amarilla y hasta diría algo burda. Enseguida recordé que la de nuestro C3 está tan escondida debajo del torpedo, que solo después de varios tanteos se logra dar con ella.

Al volante, no es difícil encontrar una postura cómoda en la butaca alta y pese a que que no posee regulación de profundidad. La visibilidad es correcta y los comandos están todos al alcance de la mano. Salvo los levantavidrios traseros (igual que en la primera generación) que se ubican entre los asientos.  

Atrás, es más cómodo tanto en espacio para las piernas como en la altura al techo. En ancho ya se complica para 3 personas. No hay ningún elemento de confort, ni siquiera una luz, salvo dos tomas usb para cargar dispositivos. Ah, adelante posee espacio para dejar el celular pero no cuenta con cargador inductivo, como ya se está siendo común en el segmento.

Si bien ofrece una cámara trasera, cuando conectamos la marcha atrás no vendría mal un sensor sonoro de estacionamiento. Creemos que es más útil. El baúl, acorde a su tamaño en cuanto a acceso y espacio, esconde debajo del piso un auxilio del tipo temporal.

Una vez en marcha, notamos que la sensación de manejar es similar a nuestra unidad. De hecho, el motor es el mismo 1.6 aspirado que solo tuvo algunas mejoras pero que se destaca por su simpleza y bajo mantenimiento. Esta motorización de 115 CV equipó a varios modelos de PSA: Citroën C3, 206, 207, 307 y 208 de ambas generaciones. 

Es cierto, la caja automática Aisin de 6 velocidades pierde cierta agilidad que con la transmisión manual no se nota tanto. Pero ya sea porque tiene modo ”secuencial” para ganar aceleración cuando es necesario y modo ECO para cuidar el combustible, el consumo es para destacar: hicimos un promedio de 7,2 l/100 en modo mixto con un manejo suave. La velocidad máxima roza los 180Km/h y de 0 a 100 supera los 11 segundos. 

Tal vez por la altura de la carrocería o por la configuración de la suspensión, a veces, no da toda la seguridad al doblar rápido en curvas. Tiende a levantar la rueda trasera interna, como notamos en nuestra prueba ante una maniobra exigente.

Sin embargo, creemos que su objetivo es la ciudad y el uso diario. Y aquí sí tiene un comportamiento a destacar. Salvo una sola vez ante un badén muy pronunciado, notamos que no tocó abajo nunca más ni hizo crujidos raros. Su confort de marcha es realmente muy bueno, bien al estilo Citroën. Llamó la atención el elevado ruido del electroventilador, aunque no es algo que llegue a molestar dentro del auto.

El ámbito urbano es su fuerte, tanto por dimensiones, suspensión, y hasta por el tamaño de las ruedas, que son 15″ y que perdonan casi cualquier irregularidad (a costa de quedarles chicas a la carrocería).  

En cuanto a seguridad, cumple con lo justo que pide la legislación y nada más: doble airbag, control de estabilidad y ABS con discos solo adelante. Su comportamiento de frenado fue correcto aunque mostró signos de fatiga. Podría ofrecer al menos dos bolsas de aire más. Tampoco existe la posibilidad de sumarle alguna asistencia a la conducción. 

En líneas generales, no es un vehículo que se distinga por su equipamiento, aún en su versión tope de gama. No hay asientos de cuero, techo corredizo o de cristal, apoyabrazos, cargador inductivo, velocidad crucero ni tecnología Led.

Está pensado para la ciudad, con una caja que a veces puede resultar algo lenta en su reacción pero de última se soluciona pisando más fuerte el acelerador. Su radio de giro es para destacar, ideal para maniobras en espacios reducidos. 

Como conclusión, el nuevo Citroën C3 es un vehículo que puede desencantar a ciertos clientes de la marca por lo mencionado antes. Sin embargo, su precio lo ubica como uno de las opciones más accesibles, conformtables y cumpliendo muy bien su función de utilitario, sin ser un SUV. Es decir, para primera motorización o una pareja con dos hijos pequeños. No muy diferente a lo que ofrecía el C3 allá por los años 2000.

Precio y garantía

Este Citroën C3 Feel Pack VTi 115 EAT6 tiene un precio de lista de 5.701.700 pesos. Garantía: 3 años o 100.000 kilómetros. Se incluyen los primeros 3 servicios de mantenimiento bonificados.

Nos encantó del nuevo Citroën C3 

Confort de marcha   

Consumo 

Maniobrabilidad 

Espacio interior

Motor de bajo mantenimiento

No le perdonamos al nuevo Citroën C3  

Equipamiento de confort y seguridad

Tablero con poca información 

Algunas terminaciones 

Auxilio temporal

Precio de esta versión

 

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