Volkswagen XL1: el híbrido que cayó ante el Dieselgate

Un motor Diesel de baja cilindrada sumado a un motor eléctrico para lograr la mejor eficiencia en un auto de producción. El Volkswagen XL1 fue uno de esos vehículos tan raros, como costosos de producir y que a través del tiempo quedarán grabados en la memoria de unos pocos.

En este caso no vamos a retroceder tan atrás en el tiempo. Es 2014 y por aquellos años Volkswagen hacía alarde de sus motores TDI, que lograban muy bajo consumo. Claro que en ese contexto, un año más tarde se desataría el «Dieselgate», descubriendo la trampa de la marca alemana que supo engañar a las autoridades ambientales.

En 2011 Volkswagen presentó al XL1 Concept, un pedido de por entonces Dr. Ferdinand Piëch, presidente del Consejo de Supervisión de Volkswagen AG, que formuló el objetivo visionario de llevar al mercado un automóvil de producción que fuera práctico para el uso diario con un consumo de combustible de 1 litro cada 100 km.

Volkswagen XL1: un fuera de serie

Tras largas pruebas, la marca decidió llevar el modelo a una producción limitada de 250 unidades (para todo el mundo), alterando muy poco las características del modelo conceptual. El lanzamiento del XL1 de producción se llevó a cabo en octubre de 2013.

Este peculiar producto de la marca alemana se trataba de un híbrido enchufable, que estaba asociado a un motor TDI de 2 cilindros y 800 cc. En combinación lograba un consumo de 0,9 litros cada 100 kilómetros, y una autonomía de hasta 50 kilómetros en modo 100% eléctrico. Con un peso de 795 kilos, para lograr esto también lo ayudaba su CX, de tan solo 0,19.

Mecánicamente empleaba un motor TDI de dos cilindros que rendía 48 caballos de fuerza, y que se combinaba a un motor eléctrico que aportaba 27 CV extra. La caja de cambios de doble embrague de 7 velocidades (DSG) y una batería de iones de litio, hacían posible que el Volkswagen XL1 emita sólo 21 g/km de CO2, al menos lo declarado oficialmente por la marca en aquel entonces. Además, Volkswagen sostenía que el XL1 lograba una velocidad máxima de 160 km/h, y un 0 a 100 km/h en sólo 12,7 segundos.

Diferente a todo

Con 3,89 metros de largo, 1,66 mm de ancho y sólo 1,15 metros de alto sus proporciones eran poco convencionales, pero por entonces la marca sostenía que era lo que el futuro deparaba en términos de movilidad. Con «el diario del lunes» eso no se cumplió. Incluso solo admitía que dos personas puedan viajar en el.

Sin embargo, por aquellos años el objetivo de la marca no era convertir al XL1 en un auto muy vendido. Incluso era un producto que se producía a pérdida, debido a esto la tan limitada producción que tuvo. Su costo de fabricación era altísimo ya que por ejemplo, además de la tecnología motriz, su carrocería estaba conformada en fibra de carbono, además de otros tantos detalles de este tipo. El XL1 en realidad fue más una gran estrategia de la marca para hacer conocidas nuevas tecnologías y mostrar también su capacidad de desarrollo.

Las últimas unidades se produjeron en 2016, meses después del estallido del «Dieselgate», que de no haber existido sería más que seguro que en la actualidad la tecnología híbrida ya sería común en los autos de la marca, seguramente asociada a un motor TDI.

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