La Fiat Strada en su pasada generación era uno de los modelos más longevos en nuestro mercado. Desde su debut, estuvo a la venta durante más de dos décadas, pero eso fue gracias a las múltiples innovaciones que fue ganando a través del tiempo, y la nueva generación arrancó con todo. En Motorweb, ya nos subimos a la nueva Strada Endurance (ver prueba) y ahora fue el turno de la más novedosa de la oferta, la tope de gama Volcano, con carrocería doble cabina y cuatro puertas: el primer producto del segmento chico con una configuración de este tipo.
Exclusivamente en la versión Volcano encontramos además el motor 1.3 Firefly, un conocido dentro de la gama Fiat, ya que es el mismo que equipa al auto más vendido de nuestro mercado, el Fiat Cronos. En este caso, con 99 caballos de fuerza complementa al 1.4 litros de 87 CV, aunque entre ellos no existan grandes diferencias prestacionales.
Por fuera
La nueva Strada Volcano se diferencia del resto de la gama por contar con exclusivas ópticas con tecnología LED, ya sea en la tira superior diurna, como en las altas y bajas, algo que le proporciona una impronta más personal y una calidad de iluminación muy buena. Luce mucho más atractiva que la Endurance, debido a los apliques plásticos en el paragolpes delantero. El central inferior queda, eso sí, un tanto expuesto, ya que es lo primero que tocará si estamos frente a una pared, por ejemplo. También a otros detalles, como molduras laterales o vistosas llantas de aleación de quince pulgadas.
Vista lateralmente, la Strada Cabina doble ganó mucho en proporciones con respecto a la serie pasada. Se la nota mejor plantada, debido a que la trompa es más corta, lo que la da mayor espacio al volumen de la cabina, que realmente se lleva gran parte del lateral, con una línea de cintura ascendente hasta el final. El remate trasero se lo nota bien Toro: herencia de familia. El techo está protegido por una barra plástica, del tipo “San Antonio” de diseño muy personal, que se une a la vez con las barras de techo longitudinales. Ese conjunto suma mucho en el aspecto estético.
Por dentro
Las dimensiones de Strada prácticamente no variaron con respecto a la serie anterior. Mide poco más de cuatro metros y medio de largo, pero de todas formas le alcanzó para gana en espacio interior. Aunque aquí hay voces encontradas. Es que al tomar la base del Mobi, al sentarnos en el puesto de mando notamos que la anchura no se advierte demasiado generosa. Incluso parece que la puerta la tenemos más cerca que en la generación saliente, y eso se demuestra en el espacio que queda para ingresar la mano queriendo reclinar los respaldos delanteros. Muy limitado.
En contrapartida las plazas traseras, además de haber ganado dos puertas con apertura convencional, presentan espacio relativamente coherente para pasajeros de hasta 1,75 metros. Allí podrán viajar dos adultos, sin contar con demasiadas comodidades, más allá de cinturones inerciales, apoyacabezas y salidas USB. Eso sí, brindan mucho más confort que antes. El tapizado resulta muy agradable, con un mix de símil cuero, tela y material engomado. Además, todo el interior está recubierto en tono negro, algo que hará que se note menos la suciedad a futuro.
La calidad interior de la Fiat Strada Volcano no se establece como un punto de mención, aunque sus rivales tampoco brillan aquí. Los materiales son todos duros y la textura coherente a los productos del segmento B económico. La pantalla táctil tiene Android Auto y Apple Car Play inalámbrico, es decir, que no necesita cable como en la mayoría de los autos. Tiene buena definición, pero resulta un tanto lenta de operar. Volante y butaca regulan en altura, pero el primero no hace lo propio en profundidad.
El instrumental, bien a la creencia de muchos Fiat del segmento de entrada, se percibe compacto: no posee medidor de temperatura de agua y no resulta muy fácil de leer a través de sus agujas. En cambio, es completa la computadora de a bordo. Los comandos quedan a mano, y para mejor tiene diversos portaobjetos: el más cómodo está ubicado por debajo del comando del aire acondicionado, para dejar allí el teléfono celular.
Con respecto a la anterior Strada, la rueda de auxilio fue reubicada por debajo del piso, lo que deja mayor espacio para el sector de carga, que tiene paredes muy altas. En el caso de la Volcano, el cobertor de caja viene de serie, aunque sin esfuerzo se rebate de manera parcial, ya que la barra plástica le quita movilidad. Como detalle tiene una potente y práctica iluminación de caja, muy útil incluso con el cobertor colocado, ya que alumbra desde abajo.
Al manejarla
Dinamicamente, la Strada siempre se caracterizó por su buena respuesta, y esta nueva generación no es ajena a ello. La distancia entre ejes de 2,73 metros le permite doblar con soltura, sumado a un tren delantero que se nota robusto. Además, el eje trasero rígido culmina por darle la solidez general. Eso sí, en la ciudad no es de las camionetas más confortables, debido principalmente a ese esquema posterior, que emplea incluso elásticos, similar a las chatas medianas.
El motor tiene un funcionamiento agradable, y prestaciones que no desentonan para la potencia. Claro que la Strada espera por el nuevo 1.0 turbo de 120 CV: así será otra cosa. Con 99 caballos no le sobra mucho, y gracias a contar con una relación final muy corta (que hacen girar al motor a elevadas revoluciones) se lo nota ágil al querer superar a otro vehículo. Además, cuenta con cadena de distribución, algo que reduce el costo operativo con respecto al motor Fire utilizado en el resto de la gama. La selectora es un tanto gomosa y no todo lo precisa que quizás querríamos.
Si hablamos de prestaciones, la aceleración de cero a cien km/h está en el orden de los 12,5 segundos, nada mal para su potencia. En lo que respecta al consumo, se nota favorable en la ciudad, donde puede superar fácilmente la marca de diez kilómetros por cada litro de nafta. En ruta, el hecho de contar con una relación corta, no lo destaca demasiado, llegando a unos 13 kilómetros por litro a una velocidad estable de 120 km/h.
Equipamiento y precio
Esta nueva Strada Volcano tope de gama viene de serie con un nutrido equipamiento, incluso de seguridad, al contar con cuatro airbags, luces LEDs, control electrónico de estabilidad, sistema de monitoreo de presión de neumáticos y una de las buenas soluciones, el control de tracción con bloqueo electrónico, que hace las veces de bloqueo de diferencial delantero, algo que nos permitiría sacarnos de un apuro ante una situación imprevista.
La Strada Volcano ofrece de serie neumáticos de uso mixto, cámara trasera con muy resolución y sensores de estacionamiento, cuatro levantacristales, cierre centralizado a distancia o espejos eléctricos, entre otros.
El precio de la Fiat Strada Volcano $ 2.111.100, un valor que la posiciona de una manera muy competitiva, dentro de un segmento que parece haber perdido algo de llegada en nuestro mercado, aunque probablemente eso esté relacionado a la falta de oferta, y no a la falta de demanda. Por ejemplo, desde su lanzamiento, en Brasil la Strada se posicionó como el vehículo utilitario más vendido de aquel mercado, logrando incluso el segundo puesto del ranking general de ventas. Además de un producto mejorado, más seguro y tecnológico, ya es un éxito regional.
Nos encantó de la Fiat Strada Volcano
La mejora en confort interior (con cuatro puertas)
El andar general y su solidez
La potencia lumínica
El diferencial con bloqueo y el ABS off road
Su precio competitivo
No le perdonamos a la Fiat Strada Volcano
La pantalla táctil algo lenta
La calidad de algunas piezas
Las relaciones de caja cortas (no vendría mal una sexta)