El Nissan Sentra tuvo un leve restyling el año pasado, y aprovechamos la excusa para pasar una semana con una unidad en su nivel de equipamiento máximo. Nuestras conclusiones, ventajas del modelo y puntos a mejorar, en esta nota. Con fotos exclusivas por Martín Lübel.
Ya es la tercera vez que nos subimos al Nissan Sentra de esta generación. Así que no repetiremos conceptos sobre su estética exterior y posicionamiento, que han desarrollamos cuando probamos las versiones 1.8 SR de caja CVT en Septiembre de 2014 y la variante 1.8 Advance con caja manual en Febrero de 2015.
Se trata de un sedán amplio -muy amplio- y cómodo realmente, que mejoró un poco su imagen deportiva con este último restyling. Los nuevos faros delanteros y traseros, así como los retoques en paragolpes y nuevas llantas de aleación le dan una «refrescada» a este modelo que llega importado desde México. Suma la nueva parrilla en forma de V (la marca la llama «V-motion»), reduce los cromados y gana así frescura.
Tampoco hubo grandes variaciones en lo que respecta al interior, pero los pocos cambios son acertados y se agradecen. Lo que más impacta es el cambio de volante, que es multifunción, de diámetro y grip impecables y que evoca en algún punto al volante de la coupé 370Z. También cambiaron el cuadro de instrumentos, con nueva gráfica y pantalla de 5 pulgadas, y en la consola central se fue el cenicero a la base de la consola y suma una toma extra de energia 12V y un vano portaobjetos.
Sumó elementos de seguridad, como el alerta de Ángulo Ciego en los retrovisores que nos avisa, mediante testigo en la base del retrovisor y en el display central del tablero, que hay otro vehículo a nuestro lado en difícil ángulo de visión. Un ítem que siempre suma, aunque seguimos sin poder comprender cómo puede ofrecerse este modelo aún sin control de estabilidad, dejándolo en offside si lo comparamos con el resto de los sedanes medianos de su franja.
También incorpora el Alerta de Trafico Cruzado (“RCTA”), que advierte la presencia de otros autos que podrían cruzarse cuando se maneja marcha atrás. Otro faltante inusitado en un sedán de este segmento y que no fue solucionado con el restyling, es la falta de un quinto apoyacabezas en la plaza central trasera.
El Nissan Sentra 2017 se muestra solido y bien armado, y respecto a las versiones previas, se mejoró la insonorización, algo perceptible sobre todo en rutas. Aun sigue mostrándose rumoroso en fase de aceleración fuerte, lo que en realidad es motivado por como funciona la caja automática CVT, que «cuelga» las revoluciones del motor siempre buscando el par máximo del motor. Más allá de esto, el Sentra es un auto sereno e ideal para viajar tranquilos, con el acento puesto en el confort de marcha.
La motorización sigue siendo al misma eficiente y tradicional de siempre: es un cuatro cilindros de 1.8 litros, 16 válvulas, distribución a cadena y 131 cv a 6.000 rpm. El torque máximo del motor es de 173Nm a las 3.600 rpm. En esta variante, la mas completa «Exclusive», solo está disponible la caja automática. Como te dijimos, es una caja CVT, esto quiere decir que es de variador continuo, y si bien es suave en uso moderado, cuando se la acelera fuerte manifiesta sus limitaciones y penaliza las prestaciones. En el caso del Sentra, no tiene ni modo sport, ni modo manual, ni tampoco emula una determinada cantidad de marchas.
Tanto los consumos urbano como en ruta abierta son razonables para este tamaño de auto con una motorización convencional aspirada. Tal vez en ciudad podría ser un poco mas austero, ya que requirió casi 11 litros cada 100 km recorridos, mientras que en ruta abierta, el consumo es mas eficiente, con 9 litros cada cien. En esta situación las relaciones de caja demostraron estar bien marcadas, ya que circulando a 130 km/h, el motor gira a meras 2.250 rpm.
Los trenes rodantes se muestran robustos, y pese al eje trasero rígido, se manifiesta aplomado en curvas veloces, solo inclinándose demasiado en curvas pronunciadas. Esto es producto de la elección de un seteo de suspensiones orientadas al confort de marcha. Bueno frenos, con discos en las cuatro ruedas, con pedal firme y de recorrido justo.
Por el lado del confort, el equipamiento es muy bueno, pero hay dos o tres faltantes inexplicables. Lo que más extrañamos son los sensores de estacionamiento traseros acústicos. Parece haber una «moda» en varias automotrices de reemplazar los sensores por una cámara de reversa. No sirven exactamente para lo mismo, aunque sean complementarias y el sensor acústico nos libera de tener que clavar la mirada en al pantalla central para monitorear la imagen de la cámara y así poder prestarle atención al entorno.
También nos llamó la atención que no haya faros antinieblas traseros, aunque si delanteros. Será que en México solo se forma niebla por delante de los autos y no por detrás? Preocupa que algunas marcas configuren los autos solo con antinieblas delanteros porque queda «fachero» (¿?) y no por verdadera vocación de seguridad. Un tema a revisar sin dudas. Bien por los ganchos ISOfix en plazas traseras son sistema complementario LATCH.
El sistema de info-entretenimiento puede analizarse desde dos aspectos: por el lado del sonido, el Sentra Exclusive aporta un muy buen equipo de audio, con ocho buenos parlantes y potencia, todo armado por la marca especialista BOSE. Sin dudas, un destaque entre sus pares del segmento. Por otro lado, la pantalla de 5,8 pulgadas (parece pequeña cuando todos están volcándose a las 7 y hasta 8 pulgadas), su reacción al tacto y su interfase gráfica, resultan un poco anticuadas frente a otras opciones del segmento.
El baúl, de los amplios del segmento, está en sintonía con la gran habitabilidad interior. Son 503 litros de capacidad, con respaldos traseros ebatibles en partes asimétricas, y solo opacado por el sistema de bisagras que se «roban» algunos litros de capacidad en su recorrido interno. Bajo el piso, encontramos la rueda de auxilio de tamaño idéntico a las demás, con rueda de chapa. Como curiosidad, y como rastro de su origen azteca, tiene una manija de apertura interna del baúl que permite destrabarlo desde el interior, conocida como apertura anti-secuestro, una modalidad que se hizo tristemente celebre en México.
El Nissan Sentra 2017 está disponible en 8 colores de carrocería, y la gama arranca con la versión «Sense» de caja manual por 327.525 Pesos, un precio muy tentador para un seda de segmento C. La versión probada, que el top de la gama Sentra en nuestro país, tiene un precio de 464.071 Pesos (Marzo de 2017). La garantía es de 3 años o 100.000 Kilómetros.
Qué nos encantó del Nissan Sentra 1.8 Exclusive CVT:
- Calidad de construcción
- Amplitud del habitáculo
- Rueda de auxilio homogénea
- Consumo en ruta
- Precio atractivo
- Calidad del Equipo de audio
Qué no le perdonamos al Nissan Sentra 1.8 Exclusive CVT:
- No tiene ESP – Control de Estabilidad
- Motor rumoroso al acelerar
- Sistema de infoentretenimiento anticuado
- Algunos faltantes de confort
no se han encontrado imágenes