Los recientes acontecimientos vividos en el mundo, como la pandemia del Covid-19 o mismo la guerra desatada entre Rusia y Ucrania, han hecho reconsiderar a la industria del automovil y a sus procesos de producción. Muchas de ellas ya piensan en Tesla, de la mano de Elon Musk, como modelo productivo. ¿En qué se basan?
La misma crisis de los chips surgida a partir del año pasado que causó desabastecimiento en fábricas de todo el mundo, replicado este año por la guerra, ha hecho repensar la idea de negocio que en la actualidad emplean casi todas las empresas automotrices, que actualmente se encargan de ensamblar sus automóviles con gran cantidad de piezas producidas por autopartistas externos.
Este tipo de producción, que ha sido impulsado en muchos casos por firmas como Toyota con su método de producción con cadena «just in time», que conglomera un gran movimiento logístico, ha fallado a nivel mundial tras estos acontecimientos.
Tesla y Elon Musk: ¿Sus ideas podrán cambiar el rumbo de la industria?
Eso ha hecho que muchas automotrices se conviertan básicamente en ensambladoras de vehículos: es decir juntar piezas provenientes de terceros en una línea para el montaje final del automóvil. En mayor o menor medida, todos los automóviles comercializados en la actualidad emplean este método, que incluye componentes no sólo electrónicos: en muchos casos motores, transmisiones, trenes de rodaje o diversos componentes que son fabricados por empresas tercerizadas.
Eso, además de tener que exigir controles de calidad, externos puede significar una gran traba en la cadena de valores de existir alguna falla. Incluso Jim Farley, actual presidente de Ford, deslizó básicamente que con el sistema de producción ideado por Henry Ford hace más de 100 años las recientes fallas no hubiesen ocurrido.
Esto significaba producir el automóvil de punta a punta, junto a todos sus componentes de manera vertical. Claro que globalmente hablando eso quizás no sea tan viable, al menos para las plantas que no producen vehículos en grandes cifras: lo que atentaría la producción de autos, por ejemplo, en Argentina.
Sin embargo muchas multinacionales miran con recelo a Tesla, la marca norteamericana que produce su propia tecnología, y que ha sido clave en el actual boom de los autos eléctricos.
Es por ello que Elon Musk, el mentor de la marca Tesla, parece convertirse en la nueva imagen del industrial automotriz del siglo. ¿Quién lo hubiera imaginado años atrás?