El 20 de septiembre de 1963 marcó un hito cuando salió de la línea de producción la primera unidad de la pick-up Jeep Gladiator. Este modelo, que vio su comercialización a partir de enero de 1964, dejó su impronta en la industria automotriz argentina. La producción se extendió hasta 1978, totalizando más de 27 mil unidades fabricadas en nuestro país. El Jeep Gladiator regresó al país en abril de 2021, reviviendo su propia leyenda (ver aquí.).
Pero vayamos al comienzo. La Gladiator debutó con el confiable motor Continental 6L-226 de 3.707 cc y 115 hp, junto a una transmisión manual de tres velocidades Borg-Warner. Con dos variantes de carga, 500 kilos (TA – 5PB) y 1.000 kilos (TA – 4PB), mostraba diferencias en la altura y neumáticos según la capacidad. Su suspensión delantera independiente con barras de torsión y amortiguadores hidráulicos telescópicos de doble acción marcó una mejora notable en tenida y confort.
La cabina, amplia y confortable, albergaba a tres ocupantes y ofrecía diversos opcionales para mejorar el equipamiento, desde reloj eléctrico hasta radio y calefactor. El frontal seguía el estilo Jeep con una distintiva parrilla de barras verticales.
Desde 1965, el Gladiator recibió el motor Tornado Super Power de 3.770 cc y 130 hp, una mejora significativa. En 1967, hubo un rediseño frontal con una parrilla más ancha que integraba las ópticas. Además, surgieron las variantes T-80 y T-1000, diferenciadas por sus capacidades de carga de 700 y 1.000 kilos respectivamente.
La producción íntegra se llevó a cabo en la planta de Santa Isabel en Córdoba, concluyendo el 30 de marzo de 1978 con un total de 27.811 unidades. Como decíamos, el Gladiator regresó al país hace dos años, reviviendo la leyenda de un vehículo que ha dejado una marca imborrable en la historia automotriz argentina.