Si alguna vez viste la película Cars, probablemente el auto que mejor está representado es el Hudson Hornet, conocido como Doc Hudson, devenido en un ex campeón de automovilismo. Pero la historia del Hudson Hornet va incluso más allá de una película animada: Nascar fue su éxito de base causando una verdadera hegemonía.
La Hudson Motor Car Company fue creada en 1909, y desde entonces se destacó por fabricar autos de gran categoría, con un precio relativamente competitivo. El Hudson Hornet fue lanzado en 1951, como una evolución del Hudson Commodore. A diferencia de sus rivales de Ford o Chevrolet, su diseño se destacaba por una altura de carrocería reducida y un gran trabajo aerodinámico, principalmente en el sector posterior.
Esto era posible gracias a que el chasis había sido especialmente diseñado para no robarle espacio a la carrocería misma, lo que permitía un mejor aprovechamiento del espacio interior. Esto posibilitaba una menor altura de techo que los modelos rivales de comienzos de los cincuenta, lo que también establecía un centro de gravedad más bajo, algo fundamental a la hora de competir.
Hudson Hornet: el éxito en las pistas de Nascar
En 1952 el Hudson Hornet ya era un actor principal en la serie Nascar, debido a que Hudson fue la primera marca en contar con un equipo oficial con autos «stock», es decir de producción en serie. A partir de esa temporada, el equipo de marketing de Hudson creyó que era fundamental competir y ganar en Nascar para vender más autos.
Las victorias no paraban, y la gran mayoría de los autos oficiales llevaban la inscripción «Fabulous Hudson Hornet» en sus laterales. Con los año-modelo de 1953 y 1954 el Hornet de producción ganó incluso más potencia, gracias a la introducción de un carburador de dos bocas en primera instancia, y de un doble carburador unos meses más tarde.
Estas modificaciones hacían que este modelo sea muy superior al resto de los autos que competían: el Hornet contaba con un motor de seis cilindros en línea con válvulas laterales de 5 litros, que rendía una potencia que arrancaba en los 160 caballos de fuerza, y que tuvo en la variante de mayor empuje 210 caballos de fuerza mediante un paquete opcional.
Esto, que no parecía ser demasiado de acuerdo a los estándares actuales, era tremendamente superior a la potencia de los autos disponibles hace 70 años atrás, que apenas superaban los 100 caballos de fuerza en condiciones normales. Sin embargo el Hudson Hornet debía lidiar con una carrocería de 5,3 metros y un peso de 1.600 kilos, superior al de autos de otras marcas.
A pesar de obtener tres campeonatos seguidos de Nascar, y de lograr un promedio de más del 80% de efectividad al ganar gran parte de las carreras en las que fue parte, el éxito comercial del Hornet fue limitado. Entre 1951 y 1954 se fabricaron unas 80.000 unidades en cuatro tipos de carrocería: sedan de dos o cuatro puertas, coupé hardtop y convertible.
La caída de Hudson
Además la situación financiera de Hudson hizo que durante el último año sea comprada por Nash-Kelvinator, que posteriormente se conformó en American Motors (AMC). El Hornet original fue discontinuado en 1954, y la segunda generación del modelo se basó en la arquitectura de un Nash, hasta 1957 cuando la marca fue retirada del mercado norteamericano.
Si bien el éxito comercial fue esquivo, la historia del «Fabuloso Hudson Hornet» se escribió a través de las carreras de Nascar, y en los últimos años se hizo presente en los más jóvenes a través de la figura de «Doc Hudson» en la película Cars de Pixar.