Primero fue Noruega, y posteriormente China los países en los que se quitaron los incentivos económicos para la adquisición de autos eléctricos. Desde fines de 2023, Alemania fue otro de los mercados que quitó los beneficios impositivos, y a partir de allí las ventas no solo se han estancado: los concesionarios ya no toman autos usados eléctricos, un nuevo problema para los actuales propietarios.
A comienzos de este año, muchos vaticinaban que las ventas de autos eléctricos iban a caer en Alemania en torno al 40%. En el acumulado de la primera mitad del año esto no sucedió, en principio debido a la rápida avanzada de las marcas chinas, que poco a poco van generando interés en nuevos modelos, con precios más atractivos.
Sin embargo, desde junio las ventas han caído en torno al 20% con respecto al 2023. La quita de subsidios por parte del estado (que podía llegar a 7.000 euros en un auto de valor neto de 45.000 euros) fue determinante. En este contexto, las marcas redujeron su margen de ganancia para aumentar los volúmenes de ventas y no trasladar la quita de incentivos directamente al precio de venta, pero eso les generará pérdidas millonarias con el paso del tiempo.
Alemania y los autos eléctricos
Otro dato que surge de consultoras alemanas, es que un auto eléctrico usado cuesta en un año un 10% menos que un auto con motor a combustión de similares características, o incluso se ve reflejado en aquellos modelos en los que se ofrecen los dos tipos de alimentación, tal como sucede con el Peugeot 208.
Esto no es nuevo, y se replica en diversos mercados de Europa. Debido a la incertidumbre general que representan los autos eléctricos, con ciclo de vida más acotado y futuro incierto, sumado el tiempo que permanecen en plaza esperando un nuevo dueño, la mayoría de los concesionarios no toman usados eléctricos en parte de pago. Se estima que en Alemania, 7 de cada 10 concesionarios de usados y semi-nuevos no acepta vehículos eléctricos en parte de pago.
Y esto, que podría ser un inconveniente que no influiría demasiado a los fabricantes de autos eléctricos, termina siendo otro problema grave. Es que en Europa gran parte de estos autos se ofrecen bajo la modalidad de Leasing o alquiler, es decir que cuando su primer dueño decide firmar por una nueva unidad al cabo de tres años, el usado que es devuelto permanece en guarda por la terminal, ocasionando gastos extras no contemplados.